Keith Shore recupera las proporciones variables e incoherentes, los colores chillantes y el mood de un niño de 6 años. Hay un retroceso evidente cuando pinta, se remonta a sus primero años en su vida. Tal vez tiene los recuerdos más vívidos de su infancia que nosotros.
Keith Shore viaja en el tiempo y eso no lo podemos hacer tú o yo.
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